Hoy en día, las principales fuentes de agua potable son el agua del grifo y el agua embotellada.
Aquí te explicamos qué agua beber y por qué conviene filtrarla.
Agua embotellada
El agua embotellada tiene muchas desventajas.
El primero es ecológico. Los miles de millones de botellas que se consumen cada año requieren energía (petróleo) para su fabricación, para su reciclaje (en el caso de las que se reciclan) y, sobre todo, acaban en gran parte en la naturaleza, en los ríos y océanos del mundo. Detrás de la contaminación visual de las botellas que ensucian el campo se esconde un problema mucho más preocupante, el de los microplásticos y nanoplásticos. A medida que los envases de plástico se degradan, acaban inevitablemente en los estómagos de los animales y, en última instancia, en nuestros cuerpos.
La segunda desventaja es económica.
Aunque el precio del agua embotellada siga siendo asequible hoy en día, sigue representando un presupuesto importante para una familia a lo largo de un año.
La última desventaja, pero no por ello la menos importante, se refiere a la salud.
Aunque el agua del grifo no está libre de contaminación, en Europa está relativamente bien regulada y existen normas precisas de potabilidad. En cuanto al agua embotellada, la legislación es mucho más flexible y varios análisis recientes han demostrado que esta agua está contaminada, a menudo en un grado mucho peor que el agua del grifo, incluso por microplásticos.
Agua del grifo
Como acabamos de decir, aunque se rige por leyes y análisis, contiene cada vez más contaminantes, que ni siquiera las depuradoras tienen ya capacidad de filtrar.
Los pesticidas de la agricultura intensiva, los contaminantes químicos de las zonas industriales, los residuos de medicamentos de nuestra orina, como antibióticos, antidepresivos y hormonas, los metales pesados... nada se libra.
La cloración del agua es eficaz contra determinadas bacterias, y las depuradoras de aguas residuales lo son contra ciertos contaminantes, pero algunos pasan de largo y acaban en el agua del grifo. Incluso en pequeñas cantidades, estos contaminantes se acumulan en nuestro organismo, y su efecto cóctel puede ser perjudicial para nuestra salud a largo plazo.
Agua filtrada
El acceso a agua fresca, sana y purificada es posible hoy con la filtración British Berkefeld®, desarrollada hace casi dos siglos. Estos sistemas de filtración, que funcionan por gravedad, combinan la facilidad de uso con un rendimiento sin concesiones.
Un sistema British Berkefeld® combinado con cartuchos Ultra Fluoride o Ultra Sterasyl filtra eficazmente muchos contaminantes que pueden encontrarse en el agua del grifo.
Es fácil de usar, autónomo y te da acceso a agua limpia y purificada a un coste de 2 céntimos de euro por litro filtrado (basado en 10 litros filtrados al día utilizando un cartucho Ultra Sterasyl).