¿Sabía que una botella de plástico puede tardar hasta 400 años en descomponerse?
¡Es como si una botella que René Descartes tiró a la basura en 1630 acabara degradándose hoy mismo! ¡Y en el mundo se venden un millón de botellas de plástico cada minuto!
Algunos países han introducido procesos de reciclado de plásticos, pero la mayoría de los países que consumen grandes cantidades de agua embotellada carecen de sistemas de reciclado, y gran parte de estas botellas acaban en océanos, ríos y arroyos. Allí permanecen cientos de años, degradándose, fragmentándose y dando lugar a miles de millones de toneladas de microplásticos, que acabarán contaminando playas, estómagos de mamíferos y peces, afectando a mariscos como mejillones y ostras, e incluso a langostas en las profundidades de Noruega.
Y este plástico también migrará a nuestros propios estómagos a través de nuestro consumo de estos organismos contaminados.
Es una plaga mundial que contamina, daña la fauna y la flora terrestres y acuáticas, contribuye al cambio climático y envenena nuestros organismos.
¿Qué puede hacer usted para contribuir a reducir esta lacra?
Dejar de comprar agua embotellada
Las botellas de plástico contaminan nuestro planeta, y la calidad de nuestra agua dista mucho de ser tan impecable como podría pensarse. Llévate una botella reutilizable y rellénala con tu agua filtrada, y contribuirás a reducir los 20.000 millones de botellas de plástico que acaban en la basura y en nuestros océanos.
Reduzca sus compras de artículos de plástico desechables
Muchos objetos de plástico son de un solo uso y luego se tiran. Entre ellos están las bolsas de la compra, los envases de plástico a menudo inútiles, los cubiertos de plástico, las pajitas, etc. Tenga cuidado con estos objetos y rechácelos o sustitúyalos por versiones reutilizables o fabricadas con un material distinto del plástico.
Mantente informado sobre los problemas relacionados con el agua e informa a los que te rodean
Es importante entender y leer sobre el impacto medioambiental de los plásticos desechables. En primer lugar, para que puedas convencerte a ti mismo y encontrar soluciones alternativas. En segundo lugar, porque si eres consciente de este problema y te preocupa, podrás hablar de él con eficacia a los que te rodean y convencer a los demás para que hagan un esfuerzo.